El secreto gráfico de MS-DOS: Una historia de decisiones y tecnología

El secreto gráfico de MS-DOS: Una historia de decisiones y tecnología

Mi primer encuentro con la informática fue a través de un ordenador que llegó a casa con Windows 3.1 y MS-DOS. Recuerdo vívidamente cómo anotaba en un papel mis primeros comandos para navegar entre directorios, ver su contenido, borrarlos o editarlos. Era como aprender un nuevo idioma, enfrentándome a una interfaz en negro que, aunque potente, no era precisamente amigable. Sin embargo, al entrar en Windows, todo cambiaba: las carpetas y menús coloridos hacían que la experiencia fuera mucho más intuitiva y agradable.

A lo largo de los años, MS-DOS me resultó invaluable, no solo para usar diferentes terminales, sino también como base para aprender a programar. Pero es innegable que su interfaz de texto podía ser intimidante. Era un sistema operativo potente y funcional, pero su aspecto no era precisamente atractivo para el usuario promedio. Ahora, décadas después, descubrimos que MS-DOS podría haber lucido mucho mejor de lo que lo hizo.

Raymond Chen, un desarrollador de Microsoft con más de 30 años de experiencia en la empresa y considerado el historiador oficial de Windows, ha revelado que MS-DOS tenía la capacidad de hacer gráficos. Sin embargo, Microsoft decidió no implementarlos y optar por una interfaz de texto. ¿Por qué tomaron esta decisión?

MS-DOS comenzó su andadura en 1980 y se convirtió en el principal sistema operativo para ordenadores personales hasta mediados de los 90, cuando el mítico Windows 95 marcó el inicio de la era de las interfaces gráficas. Esta versión de Windows cambió todo, sentando las bases de muchas funciones que se siguen usando en la actualidad. Pero, ¿qué hubiera pasado si MS-DOS hubiera tenido una interfaz gráfica desde el principio?

Según Chen, aunque MS-DOS podía hacer gráficos, no era una buena idea en términos de rendimiento, esfuerzo e inversión. La capacidad del software era limitada, y para crear un entorno gráfico estable, era necesario escribir una biblioteca de gráficos desde cero. Además, el máximo de memoria disponible era de 640KB, lo que complicaba aún más las cosas.

De haber apostado por un MS-DOS con gráficos, es probable que este sistema operativo terminase siendo inestable por su falta de optimización y componentes necesarios. La historia les ha dado la razón, y hoy podemos apreciar cómo las decisiones tecnológicas y de rendimiento llevaron a Microsoft a optar por una interfaz de texto en MS-DOS, allanando el camino para el éxito de Windows 95 y las versiones posteriores.